"De aquellas igualdades amorosas"

La mujer en el portal
de mi infinito destino,
Dio una vuelta veloz
Y rasgo su velo.
Cogiendo una copa,
encontró a un hombre,
vestido de negro,
lo miró
y en el resplandor de sus infiernos ojos
se refugio,
tratando de buscar,
en su mente,
Un inmaculado sentimiento .
Él contesta:
"No son rosas ni tulipanes los que tengo para ti.
Me llamaron poeta!
Y quizás inventaran que soy posesivo,
Hablaran de olor a sangre Y de mi mala ortografía."
Seguido de un inventario fatal,
Atracción sin sentido.
Las palabras irónicas
Que salían
De sus rojos labios azules
La hicieron reconocer sus recuerdos ideológicos de la muerte.
Tomaron vino,
Saborearon el mejor caviar.
Y navegaron con claridad en la oscuridad más absoluta.
Traicionaron su mente
Algo similar,
Sintieron necesidad de tocar,
Su alma encontrar perpetua,
Dejando notas en los rincones y
Rosas negras en las ventanas.